Seguro han oído hablar de la famosa pirámide alimentaria, un gráfico que tiene como objetivo indicar de forma simple cuáles son los alimentos más necesarios para lograr una dieta equilibrada, y en qué cantidades deben consumirse.
Estructura y jerarquización
La pirámide está dividida en escalones horizontales que representan grupos alimentarios organizados según la frecuencia y cantidad recomendada de consumo diario:
- Base (consumo diario y abundante): Fuentes de energía: Carbohidratos.
- Cereales, pan, arroz, harinas, pastas y papas.
- Segundo nivel (varias porciones diarias): Ricos en fibra, vitaminas y minerales
- Frutas y verduras
- Tercer nivel (porciones moderadas): Aportan proteínas, calcio y hierro
- Lácteos (leche, yogur, quesos)
- Carnes, huevos y legumbres.
- Cuarto nivel (consumo de una a dos veces por semana): Nutrientes como el hierro y el zinc.
- Carnes
- Cima: (se recomienda moderar su ingesta)
- Grasas, aceites, azúcares y productos ultraprocesados.
La vieja pirámide alimentaria: una guía útil pero limitada
Como se puede observar en la imagen, la pirámide organiza los alimentos en niveles jerárquicos, desde aquellos que deberían consumirse en mayor cantidad hasta los que deberían limitarse. Si bien fue una propuesta visualmente clara, presentaba varias limitaciones:
- Prioriza el consumo de cereales, incluso refinados, en la base, lo cual no siempre se alinea con una alimentación equilibrada.
- No incluye el agua como elemento esencial para la salud.
- No contempla la importancia de la actividad física ni del entorno cultural o regional de cada población.
- Fue diseñada con una mirada más cercana a los patrones alimentarios de Estados Unidos que a los de América Latina.
El óvalo: una visión más integral y actual
En el año 2000, Argentina dejó de lado el diseño de la pirámide para adoptar un nuevo gráfico: el óvalo nutricional. Esta tarea fue realizada en el Manual para la Aplicación de Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA), ya que la pirámide proponía un plan de nutrición que no se adaptaba a las recomendaciones dietéticas de nuestro país. Algunos profesionales consideraban que la pirámide era “confusa” porque buscaba transmitir muchos datos a la vez.
Lorena Lozano Cuesta, especialista en Nutrición Comunitaria del Programa de Prevención del Infarto en Argentina (PROPIA) dependiente de la Universidad Nacional de La Plata, considera que “la pirámide era difícil de entender y transmitía con su idea lineal una idea rígida de la alimentación”.
Así es que el ovalo nutricional sugiere una variedad de alimentos que nos resultan cotidianos, se adecuan a nuestra cultura y costumbres, y ofrece los nutrientes necesarios para una alimentación completa y saludable. Además, contempla un factor muy importante que la pirámide había olvidado: el agua.
Además del óvalo presentado, también podemos encontrar el diseñado por la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND). Teniendo en cuenta la imagen, el ovalo debe leerse en el sentido contrario a las agujas del reloj, es decir, de forma decreciente:
- Al principio se encuentra el agua, recurso indispensable para el buen funcionamiento del organismo.
- Luego, en el primer grupo de alimentos se encuentran los cereales, sus derivados y las legumbres. Estos alimentos son fuente principal de hidratos de carbono y de fibra.
- El segundo grupo comprende a las frutas y verduras. Son fuente principal de vitaminas C y A, fibra, sustancias minerales y agua.
- En el tercer grupo encontramos a los lácteos, que aportan proteínas, calcio y vitaminas A y D.
- Cuarto grupo son las carnes y huevos. Aportan proteínas de calidad y hierro.
- El quinto grupo son los aceites y grasas, que nos brindan energía y vitamina E.
- Finalmente, en el sexto grupo se agrupan los dulces y azúcares. Estos brindan energía y son agradables por su sabor, pero no tienen ningún valor nutritivo indispensable.
Si tenemos en cuenta los criterios de consumo que nos propone el ovalo nutricional, lograremos llevar una alimentación saludable y nutritiva. De esta forma, nuestro organismo tendrá la energía necesaria para realizar todas las actividades que tenemos en el día y mejoraremos considerablemente nuestra calidad de vida.
¿Por qué el óvalo supera a la pirámide como guía alimentaria?
El óvalo nutricional, vigente en Argentina desde 2015, representa una evolución respecto a la antigua pirámide alimentaria. El cambio no es sólo visual, sino también conceptual ya que responde a una mejor comprensión sobre la alimentación y la salud.
Fortalezas del óvalo nutricional argentino.
Como ya se nombró, Argentina a partir del año 2000, dejó de lado la pirámide nutricional para utilizar el óvalo nutricional. El gráfico desarrollado por el Ministerio de Salud de la Nación en base a las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) ofrece una visión más actual, integradora y adaptada al país:
- Coloca al agua segura en el centro de la gráfica, reconociéndola como el componente esencial de la hidratación diaria.
- Promueve el consumo de alimentos frescos, regionales y mínimamente procesados, de acuerdo con la producción local.
- Estimula la práctica diaria de actividad física (mínimo 30 minutos), incorporando el movimiento como parte fundamental del bienestar general.
- Desalienta el consumo de productos ultraprocesados y promueve una lectura crítica del etiquetado frontal, en línea con la implementación de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable (Ley 27.642), aprobada en 2021 y vigente desde 2022.
- Está respaldado por el documento técnico “Guías Alimentarias para la Población Argentina – Manual de aplicación” (2015), que incluye fundamentos científicos, estrategias educativas y propuestas adaptadas a todas las regiones del país.